Hay noticias especialmente sensibles que requieren de reflexión y tiempo por parte del trabajo del periodista porque su difusión implica toda una serie de consecuencias sociales y de educación. Hablamos en concreto de las informaciones sobre la violencia hacia las mujeres.
Las recomendaciones dentro de la profesión periodística sobre este tema van encaminadas a huir del infoespectáculo, a incluir sólo testimonios que aportén interés y si se trata de dar voz a la propia víctima del maltrato se aconseja hacerlo cuando se recupere la autoestima y se pueda contar en primera voz la experiencia con la necesaria distancia.
Precisamente el documental Voces encadenadas (2005) está compuesto por los testimonios de varias historias de maltrato, de pérdida de libertad y dignidad que puede ayudar a otras mujeres en la misma situación, y que ayuda a la sociedad a ahondar en este problema de profundas raices sociales. Lo vimos.
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