
La película no defrauda. Buen cine de entretenimiento con el leitmotiv de la connivencia del poder con la corrupción como telón de fondo, y en primer plano el universo del periodismo de investigación encarnado en la piel de un Russell Crowe muy alejado de su registro gladiator. Un thriller que te mantiene enganchado de principio a fin, que pone la cabeza a funcionar en todas las direcciones y que sobre todo nos ha gustado en este taller de medios por el retrato que hace de la profesión y las pinceladas que ofrece sobre el híbrido entre papel e internet de las redacciones de los periódicos. La lucha ha comenzado: investigación o cotilleo, tradición frente a modernidad, vieja escuela o nuevos valores ¿Quién triunfará...? Esperemos que lo mejor de cada lado.
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